Nutrición
Prepararte para la Ruta de las Iglesias más allá del entrenamiento físico: la nutrición juega un papel clave para rendir al máximo. Durante las semanas previas, enfócate en una alimentación equilibrada, rica en carbohidratos (como arroz, avena y pasta integral), proteínas magras y grasas saludables. Mantente bien hidratado y evita cambios drásticos en tu dieta.
El día de la carrera, desayuna normalmente y asegúrate de hacer una comida completa 3 a 4 horas antes del evento, con énfasis en carbohidratos fáciles de digerir, una porción de proteína y poca grasa. Un ejemplo: pasta o arroz con pollo y verduras al vapor. Una hora antes de la largada, puedes optar por un snack ligero como una banana, una barra energética o un puñado de frutos secos.
Después de la competencia, enfócate en la recuperación. Dentro de los primeros 30 minutos, no olvides comer al menos una de las frutas entregadas en tu bolso. Esto ayudará a reponer energía y a reparar el tejido muscular. No olvides seguir hidratándote y, al día siguiente, opta por comidas ligeras, muchas verduras y descanso.
Una buena nutrición es tu aliada para cruzar la meta con energía y una gran sonrisa.